Nuestra forma de entender la investigación financiera
Durante años hemos trabajado con métodos que muchos consideran poco convencionales. No seguimos recetas preestablecidas ni aplicamos fórmulas que funcionaron en otros contextos.
Por qué trabajamos así
A principios de 2019, tres analistas con trayectorias completamente diferentes coincidieron en Barcelona. Cada uno traía su propia manera de interpretar datos financieros, y ninguno estaba satisfecho con las herramientas disponibles en ese momento.
Lo que empezó como conversaciones informales en cafeterías se convirtió en sesiones de análisis que duraban hasta la madrugada. Probábamos modelos, los descartábamos, los modificábamos. A veces funcionaban. Otras veces fracasaban estrepitosamente.
Nuestro enfoque actual
Combinamos análisis cuantitativo tradicional con técnicas de interpretación cualitativa que desarrollamos específicamente para mercados con alta volatilidad. No es perfecto, pero nos permite ver patrones que otros métodos pasan por alto.
Fase exploratoria
Experimentamos con diferentes modelos de predicción, muchos de los cuales resultaron inútiles en la práctica real. Aprendimos más de los fracasos que de los éxitos.
Desarrollo de herramientas propias
Creamos nuestro primer sistema de análisis adaptativo. No era elegante ni sofisticado, pero funcionaba mejor que lo que encontrábamos en el mercado para nuestras necesidades específicas.
Refinamiento continuo
Seguimos ajustando nuestros métodos basándonos en resultados reales. Algunos días descubrimos algo nuevo. Otros días confirmamos que lo que sabíamos sigue siendo válido.
Tres pilares de nuestro método
Análisis contextual profundo
Los números nunca cuentan toda la historia. Investigamos el contexto político, social y económico que hay detrás de cada movimiento del mercado. A veces esto significa leer informes gubernamentales a las tres de la mañana.
Modelos adaptativos flexibles
Nuestras herramientas se ajustan según el comportamiento del mercado en tiempo real. No nos casamos con una única metodología porque sabemos que lo que funciona hoy puede ser obsoleto mañana.
Validación empírica constante
Cada hipótesis que desarrollamos pasa por múltiples pruebas con datos históricos y simulaciones. Si algo no se sostiene bajo presión, lo descartamos sin remordimientos y empezamos de nuevo.